El Certamen Anual Más Esperado
Miss Universo Chile 2024 se prepara para su gran final, que tendrá lugar el próximo 7 de julio a las 19:00 horas. Este certamen anual convoca a jóvenes de todo el país, quienes buscan no solo la corona y el título, sino la oportunidad de representar a Chile en el escenario internacional de Miss Universo programado para septiembre en México. La emoción en torno a este evento es palpable, y los preparativos están en marcha para garantizar una noche llena de esplendor y talento.
Las Candidatas
Este año, la competencia es feroz con la participación de 25 impresionantes jóvenes que han demostrado un compromiso y una dedicación destacables. Entre las concursantes se encuentran Albany Escofet, Alexandra Briones, Anne Saelzer, Ariel Cordero y Beatriz Vásquez. Cada una de ellas ha recorrido un largo camino, superando una serie de desafíos y demostrando su versatilidad no solo en belleza física, sino en inteligencia, carisma y habilidades especiales.
Otras de las concursantes son Camila Aguirre, Camila Allan, Camila Leighton, Catalina Bunster y Catalina Harasic, quienes han captado la atención del público en diferentes eventos previos al concurso. Carolina Wu, Celeste Ossandón y Emilia Dides también forman parte del grupo de competidoras, mostrando una gran diversidad en sus perfiles y antecedentes.
Fernanda Zúñiga, Florencia Calderón y Francisca Lavandero no se quedan atrás, presentando talentos y experiencias que podrían sorprender al jurado. Gabriela Ibáñez, Ignacia Cifuentes y Jael Plon han sido muy activas en redes sociales, compartiendo su viaje y conectando con sus seguidores de manera auténtica.
Asimismo, Javiera Israel, Lucre Bernardo, María José Sáez y Michelle Martín se han destacado en sus respectivas categorías, mostrándose como fuertes contendientes. Finalmente, Montserrat Velasco, Paula Henríquez y Vicky Yucue completan el impresionante listado de concursantes, todas ellas listas para dar lo mejor de sí en la final.
Retiradas por Fuerza Mayor
Es digno de mención que, aunque el certamen cuenta con una impresionante lista de participantes, hubo dos figuras conocidas de la televisión que inicialmente formaban parte de la competencia, pero que lamentablemente tuvieron que retirarse. Bárbara Lackington, ex concursante de Master Chef, se vio obligada a abandonar debido a problemas de salud. Por otro lado, Francisca 'Fran' Maira, quien ganara popularidad en Gran Hermano, decidió retirarse para participar en otro reality show, '¿Ganar o Servir?'. Ambas ausencias se han sentido, pero las aspirantes restantes están más que listas para llenar ese vacío con su talento y entusiasmo.
Expectativas y Preparativos
La final de Miss Universo Chile 2024 promete ser una noche inolvidable llena de glamour, moda y actuaciones impresionantes. Los organizadores han dejado claro que están trabajando minuciosamente en cada detalle para asegurar que el evento se desarrolle sin contratiempos y con un alto nivel de producción. Desde la escenografía hasta los atuendos, pasando por las coreografías y la música, todo está siendo planeado para crear un espectáculo que deje huella.
Además, el evento no solo es una oportunidad para coronar a una reina de belleza, sino también para resaltar importantes causas sociales y mensajes de empoderamiento femenino. Las concursantes han estado participando en diversas actividades benéficas y de concientización durante las semanas previas al concurso, mostrando su compromiso con la comunidad y con la plataforma que el certamen les brinda.
La Importancia del Certamen
Miss Universo Chile no es solo un concurso de belleza. Es una plataforma que brinda a las jóvenes participantes la oportunidad de desarrollarse personal y profesionalmente. A través de diversas actividades y concursos previos, las aspirantes aprenden sobre disciplina, trabajo en equipo, comunicación y otros aspectos clave para su crecimiento. Además, tienen la posibilidad de viajar, conocer nuevas culturas y representar a su país a nivel internacional.
La ganadora de este año tendrá la responsabilidad de llevar la bandera chilena al certamen de Miss Universo en México, compitiendo con las más bellas e inteligentes mujeres de todo el mundo. Este es, sin duda, un honor y una gran responsabilidad que las participantes toman muy en serio.
Una Plataforma para el Cambio
Por último, y no menos importante, Miss Universo Chile es una plataforma para el cambio positivo. A través de sus actividades y de la visibilidad que brinda, el certamen busca inspirar a miles de jóvenes a perseguir sus sueños y a trabajar por un mundo mejor. Ya sea a través de acciones medioambientales, apoyo a comunidades vulnerables o iniciativas educativas, las concursantes de Miss Universo Chile 2024 están decididas a hacer una diferencia.
Conclusión
Con todo listo para la gran noche del 7 de julio, solo queda esperar y disfrutar del espectáculo. La final de Miss Universo Chile 2024 será, sin duda, un evento memorable que capturará la atención de miles de espectadores en todo el país. ¡Que gane la mejor!
Me encanta cómo este certamen ha evolucionado de ser solo un concurso de belleza a una plataforma de empoderamiento real. Las chicas no solo lucen bien, sino que están profundamente involucradas en causas sociales, educativas y ambientales. Es raro ver algo así en un concurso tradicional, pero aquí realmente se nota el cambio de paradigma. La inclusión de perfiles tan diversos -desde deportistas hasta activistas- es un reflejo de lo que Chile realmente es hoy: multifacético, dinámico y consciente.
Además, el hecho de que muchas hayan usado redes sociales para conectar auténticamente con el público, sin filtros excesivos, es un acto de resistencia cultural contra la superficialidad que tanto se ha normalizado.
Esto no es solo una noche de vestidos y tacones. Es una declaración de que las mujeres chilenas ya no quieren ser vistas, quieren ser escuchadas.
Y eso, sinceramente, me da esperanza.
La ganadora no solo llevará una corona, llevará una misión.
¡Ojalá el jurado lo entienda!
Claro, porque en Chile la belleza se mide en cuánto te importa la ONU y no en cuánto te gusta el público.
¿Alguien más se acuerda de cuando Miss Chile ganaba por sonreír bien y no por hacer un discurso sobre reciclaje?
Ya me cansé de ver a estas chicas como activistas con tacones. Si querían cambiar el mundo, que se postulen a parlamentarias, no a un concurso de bikini.
¿Alguien más notó que todas las que están en la final tienen el mismo tipo de rostro? Piel perfecta, cejas depiladas al milímetro, sonrisa de catálogo... ¿O acaso esto es un casting de Netflix para una serie de ‘belleza artificial’?
Y no me vengan con eso de ‘empoderamiento’. Si la única forma de ser valorada es con un currículum de ONGs y un discurso de TEDx, entonces el sistema sigue igual, solo que ahora con más filtros.
La verdad es que esto es control social disfrazado de progreso. Las chicas no están siendo liberadas, están siendo moldeadas para un nuevo estándar de perfección.
Y lo peor: todos aplaudimos. Porque ya no nos atrevemos a cuestionar lo que se vende como ‘bueno’.
¿Quién eligió a estas 25? ¿Un algoritmo? ¿Un grupo de publicistas de Santiago Centro?
El comentario de Felipe Loa es una tontería conspirativa que desvirtúa el esfuerzo real de estas mujeres. No hay ‘estándares de belleza artificial’ aquí, hay disciplina, preparación y vocación. Cada una de las candidatas ha pasado por evaluaciones psicológicas, entrevistas de impacto social, entrenamiento en comunicación y desarrollo de proyectos comunitarios. Esto no es un concurso de modelos, es una selección de líderes.
Si no entiendes eso, es porque no has leído el reglamento, no has seguido las actividades previas, y probablemente ni siquiera has visto los videos de las concursantes en sus comunidades.
Deja de proyectar tu cinismo sobre algo que está transformando vidas reales.
Y por favor, deja de usar la palabra ‘algoritmo’ como si fuera un demonio. No es un reality show. Es un proceso riguroso.
Me parece fascinante cómo este certamen ha logrado integrar tantas dimensiones del desarrollo femenino sin caer en el victimismo ni en la exaltación vacía. He seguido el proceso desde el inicio y lo que más me impacta es cómo las concursantes han manejado la presión mediática. No solo deben ser elegantes, inteligentes y carismáticas, sino también resilientes frente a los comentarios tóxicos en redes, que en muchos casos vienen de personas que ni siquiera han visto una sola actuación en vivo.
Una de las cosas que más me conmovió fue ver a Catalina Harasic visitar una escuela en Arica y enseñar a niñas a escribir cartas a sus futuras versiones. Eso no está en ningún guion. Eso es auténtico. Eso no se puede ensayar.
Y luego está el hecho de que, a pesar de la crítica constante, ninguna ha respondido con agresividad. Todas han mantenido la calma, la dignidad, la empatía. Eso, en este tiempo, es una revolución.
Yo no sé quién va a ganar, pero ya sé que cualquiera que lo haga, merece el título no por su apariencia, sino por su carácter.
Y si alguien dice que esto es ‘marketing’, que mire a las familias de las concursantes en las gradas. No hay actores. Solo corazones latiendo juntos.
¡Qué vergüenza que este país se rinda a una competencia que no representa lo auténticamente chileno! ¿Dónde están las mujeres de la Araucanía? ¿Las de las comunidades rurales? ¿Las que trabajan en el campo o en la pesca artesanal? ¡Estas 25 son todas de Santiago o Valparaíso, con padres abogados y casas en Las Condes!
¡Esto es colonialismo interno! ¡Nos venden una belleza blanca, europeizada, y nos dicen que es ‘chilena’!
¿Y qué pasa con las mujeres que no tienen dinero para hacerse un tratamiento de belleza? ¿No valen más que una corona?
¡No necesitamos Miss Chile, necesitamos justicia social!
¡Y si la ganadora es otra de esas ‘bellezas de publicidad’, yo me voy a vestir de negro el día de la final!
Entiendo el enojo de Dafne, y es válido. Pero también hay que reconocer que, dentro de este sistema imperfecto, muchas de estas chicas están usando su plataforma para abrir puertas que nunca existieron.
Camila Aguirre, por ejemplo, creó un taller de lectura para niñas en Linares, y ya lleva más de 300 participantes. No lo hizo para ganar, lo hizo porque vio que nadie más lo hacía.
La exclusión que mencionas existe, sí. Pero la solución no es rechazar la plataforma, sino exigir que se expanda. Que se incluyan más regiones. Que se financien becas para que chicas de comunidades rurales puedan participar.
Esto no es perfecto, pero es un punto de partida. Y a veces, el cambio empieza desde adentro.
No todas las batallas se ganan en las calles. Algunas se ganan con una sonrisa, una palabra, y una corona que nadie esperaba que llegara tan lejos.
¡OJO! ¡LA GANADORA VA A SER ANNE SAELZER! 😎
Ya lo vi en los backstages, ella tiene el mejor discurso, la mejor postura, y su proyecto de salud mental en escuelas es el más completo. Además, su look en la gala será de CHANEL y lo confirmé con un insider (no, no te digo quién, pero tiene un tatuaje de la bandera chilena en el tobillo).
¡Y ojo con Gabriela Ibáñez, que es la más viral, pero su discurso fue demasiado técnico, y el jurado prefiere emoción, no datos!
¡Sigan el hashtag #Anne2024, ya está trending en TikTok!
¡VAMOS CHILE! 🇨🇱🔥
Yo vi a una de las chicas en el metro el otro día. Sin maquillaje, con una mochila enorme, y hablando por celular con su abuela en Temuco. No tenía idea de que era Miss Chile. Me dio un poco de vergüenza mirarla, porque yo sí la reconocí.
Me hizo pensar: ¿cuántas de estas mujeres viven dos vidas? Una frente a las cámaras, otra en la realidad.
Y aún así, siguen sonriendo.
Quizá eso es lo más valiente de todo.
¿Alguien se fijó en la ausencia de Bárbara Lackington? No fue solo una retirada por salud, fue una decisión de prioridades. Ella tenía un proyecto de cocina inclusiva para personas con discapacidad. Y decidió enfocarse en eso en vez de en la corona.
¿Eso no es más valiente que ganar?
Me pregunto si el certamen debería tener una categoría de ‘Impacto Social sin corona’. Porque a veces, el verdadero ganador es el que se retira para hacer lo correcto.
La verdad es que no sé quién va a ganar, pero me encanta que por primera vez en años, el público no esté dividido por quién es más linda o más alta. Estamos hablando de quién tiene el proyecto más sólido, quién se conecta mejor con la gente, quién no se rinde ante los trolls.
Yo voté por Camila Leighton porque en una entrevista dijo: ‘No quiero ser un símbolo, quiero ser un ejemplo’. Y eso, hermanos, es lo que falta en este país.
Y sí, me encantó que la organización haya puesto subtítulos en quechua y mapudungun en los videos. Eso no se ve en ningún otro concurso latino.
Chile está cambiando. Y si no lo ves, es porque no estás mirando bien.
¿Y si la ganadora es la que más habló de ‘empoderamiento’ pero nunca visitó una comunidad pobre? ¿Y si todo es un show perfectamente ensayado?
¿Quién revisa los proyectos? ¿O acaso solo importa que suene bien en un video de 30 segundos?
Me encantaría ver un informe independiente de los impactos reales. No una presentación de PowerPoint con música inspiracional.
¿O es que ya no nos importa la verdad, solo la narrativa?