En una entrevista que ha generado gran expectación, el técnico argentino Ricardo Gareca rompió el silencio sobre su relación con el vestuario de la selección chilena. A pesar de que la prensa chilena y peruana suelen subrayar la rivalidad histórica entre ambas escuadras, Gareca prefirió centrarse en los lazos personales que ha ido construyendo a lo largo de los últimos años.
Una historia de encuentros y respeto mutuo
Gareca recordó su primer encuentro con el grupo chileno en la fase de clasificación para la Copa América 2024. "Entré al campo y sentí la energía de los jugadores. No fue una situación de confrontación, sino de reconocimiento del trabajo que cada uno ha puesto en su proyecto", comentó el entrenador, quien también dirige a la selección peruana.
Desde entonces, el argentino ha coincidido con el cuerpo técnico chileno en múltiples torneos y amistosos. Según él, esas ocasiones han servido para conocer de cerca las dinámicas internas del vestuario, algo que considera clave para entender a los rivales y preparar a su propio equipo.

Cómo percibe el entrenador el ambiente en Chile
Gareca destacó que el vestuario chileno se caracteriza por una cohesión que se refleja en la disciplina táctica. "Los jugadores están muy alineados con el director técnico y comparten una visión clara del estilo de juego. Esa unidad es algo que respeto y que me obliga a elevar mi propio nivel", señaló.
Además, el técnico peruano subrayó que la relación no es solo profesional, sino también humana. Ha mantenido conversaciones fuera del campo con varios capitanes y referentes del seleccionado chileno, lo que le ha permitido conocer sus motivaciones y presiones fuera de los reflectores.
En cuanto a los próximos duelos, Gareca admitió que la cercanía con el vestuario chileno le brinda una ventaja estratégica, pero también una responsabilidad añadida. "Saber cómo piensan y entrenan los rivales no nos da la victoria por sí sola; nos obliga a ser más creativos y a buscar soluciones que sorprendan a esos mismos jugadores", explicó.
El entrenador concluyó que, a pesar de la rivalidad deportiva, la interacción constante entre ambos equipos ha generado un mutuo respeto que beneficia al fútbol sudamericano. "Cuando entendemos al otro, el juego se vuelve más intenso y atractivo para los aficionados", finalizó.