Diputado Jorge Guzmán exige emergencia sanitaria por contaminación mortal en el Lago Vichuquén

Diputado Jorge Guzmán exige emergencia sanitaria por contaminación mortal en el Lago Vichuquén

El Jorge Guzmán, diputado por la Región del Maule, lanzó una alerta nacional el 29 de noviembre de 2025: el Lago Vichuquén está moribundo. En una carta oficial dirigida al Ministerio del Interior y Seguridad Pública de Chile, exigió al presidente Gabriel Boric decretar una emergencia sanitaria inmediata. No es un reclamo más. Es un grito de auxilio. Porque desde hace días, animales domésticos y fauna silvestre mueren en cuestión de horas tras beber del lago. Y las familias que viven a su orilla ya no se atreven a acercarse.

Un lago que ya no es vida, sino peligro

El Lago Vichuquén, ubicado en la comuna homónima de la provincia de Cauquenes, es más que un espejo de agua. Es el corazón económico y cultural de una comunidad que vive del turismo entre noviembre y marzo. En plena temporada alta, cuando las familias llegan en busca de pescar, nadar o simplemente respirar aire limpio, el lago se convirtió en una trampa. Testigos locales hablan de patos muertos flotando en superficies esverdeadas, perros que cayeron al agua y no volvieron a levantarse, y caballos que se desplomaron tras beber. Nadie sabe cuántos animales han perecido —los datos aún no se han hecho públicos—, pero lo que sí es claro es que algo tóxico está en el agua. Guzmán lo dijo sin rodeos en su Instagram: “Lo que ocurre en el Lago Vichuquén no admite eufemismos ni respuestas tibias”.

La respuesta del gobierno: silencio y medias verdades

Y aquí está el quid de la crisis: mientras la gente sufre, las instituciones se esconden. Guzmán acusó al Ministerio de Salud de Chile y al Ministerio del Medio Ambiente de Chile de “silencio, ambigüedad e informes incompletos”. A pesar de que las comunidades pidieron análisis desde hace semanas, hasta el 30 de noviembre no se había publicado un solo informe completo. Solo excusas. “La respuesta ha sido pedir precaución y entregar informes a medias. Eso no basta”, señaló el diputado en una entrevista radial. Mientras tanto, el turismo se derrumba. Los hoteles vacíos, los restaurantes con puertas cerradas, los guías sin trabajo. “La temporada turística, que genera el sustento de la comunidad ribereña, se ha vuelto difícil de sobrellevar”, lamentó Guzmán. No es solo un problema ambiental. Es un desastre social.

¿Qué exige exactamente el diputado?

La carta de Guzmán no es vaga. Pide tres cosas concretas, bajo la Ley 20.120 de Salud Pública:

  1. La declaración inmediata de emergencia sanitaria por parte del presidente Boric.
  2. La entrega íntegra y urgente de los resultados de los análisis de calidad del agua por parte del Ministerio de Salud.
  3. Un diagnóstico completo sobre el origen y composición de la floración bacteriana y las toxinas presentes, a cargo del Ministerio del Medio Ambiente.

“En forma íntegra y urgente”, reitera el documento. No hay margen para dilaciones. Porque si la contaminación afecta a los animales en horas, ¿cuánto tardará en afectar a los humanos? Las autoridades no lo han dicho. Pero los vecinos ya lo temen. Niños que juegan cerca del agua, ancianos que usan el lago para riego, mujeres que lavan ropa en sus orillas: todos están expuestos.

¿Por qué ahora? ¿Y por qué aquí?

¿Por qué ahora? ¿Y por qué aquí?

El Lago Vichuquén nunca había registrado un evento de esta magnitud. No hay antecedentes históricos de contaminación masiva en las fuentes consultadas. Pero sí hay señales de alerta: el aumento de la agricultura intensiva en la cuenca, el uso de agroquímicos en las laderas, y la falta de control en el vertido de residuos urbanos. La primavera y el verano austral —con más lluvia y temperaturas cálidas— favorecen la proliferación de cianobacterias, que producen toxinas como la microcistina, capaces de dañar el hígado y el sistema nervioso. Nadie lo ha confirmado oficialmente, pero Guzmán insiste: “Hay indicios claros de contaminación severa, con presencia de toxinas peligrosas para animales y potencialmente también para los humanos”.

¿Qué pasa si no actúan?

Si el gobierno no declara la emergencia, el lago podría convertirse en un monumento a la indiferencia. Y la comunidad de Vichuquén, en un pueblo fantasma. Las pérdidas económicas no se miden solo en turismo: también en salud pública, en pérdida de biodiversidad, en el trauma colectivo de ver desaparecer un símbolo de identidad. “El lago es la esencia de Vichuquén, su identidad y su economía. No podemos permitir que se marchite por la inacción”, dijo Guzmán. Y tiene razón. Porque cuando un lago muere, no solo se pierde agua. Se pierde historia. Se pierde futuro.

Como de costumbre, las respuestas tardan. Pero el tiempo ya no es un aliado. El 30 de noviembre, el presidente Boric aún no había respondido. Ni el Ministerio de Salud. Ni el de Medio Ambiente. Mientras tanto, en Vichuquén, los niños preguntan por qué el agua ya no brilla.

Frequently Asked Questions

¿Por qué es tan grave la contaminación del Lago Vichuquén?

La contaminación ha causado muertes rápidas de animales domésticos y silvestres tras exponerse al agua, lo que indica la presencia de toxinas como cianobacterias o pesticidas. Esto no solo amenaza la vida acuática, sino que pone en riesgo la salud humana, especialmente de quienes dependen del lago para actividades cotidianas como el riego, el baño o el consumo de agua. La falta de análisis oficiales hace imposible evaluar el grado de peligro real.

¿Qué acciones concretas ha solicitado el diputado Jorge Guzmán?

Guzmán exige tres medidas urgentes: la declaración de emergencia sanitaria por parte del presidente Boric, la entrega completa de los análisis de calidad del agua por el Ministerio de Salud, y un diagnóstico detallado sobre las toxinas y su origen por parte del Ministerio del Medio Ambiente. Todo debe hacerse "en forma íntegra y urgente", según su oficio oficial del 29 de noviembre de 2025.

¿Cómo afecta esto a la economía local?

Vichuquén depende en un 90% del turismo estival, que genera ingresos para hoteles, restaurantes, guías y comerciantes locales. Con el lago contaminado, las reservas se han desplomado. Muchos negocios ya cerraron temporalmente, y familias enteras han perdido su principal fuente de ingresos. La temporada que iba a ser rentable se ha convertido en una pesadilla económica, sin perspectivas de recuperación sin intervención estatal.

¿Hay antecedentes similares en Chile?

Sí. En 2019, el lago Ranco en Los Ríos sufrió una floración de cianobacterias que obligó a cerrar playas y alertar a la población. En 2022, el lago Llanquihue enfrentó una crisis similar por desechos agroindustriales. Pero en ambos casos, las respuestas fueron más rápidas. Aquí, tras más de una semana de denuncias, aún no hay un solo informe público. La demora es inusual y preocupante.

¿Qué puede hacer la ciudadanía mientras espera una respuesta oficial?

Evitar el contacto con el agua, reportar cualquier muerte de animales o cambios visuales en el lago a la Seremi de Salud, y presionar a los parlamentarios locales para que exijan transparencia. También se puede apoyar a los comerciantes de Vichuquén comprando productos locales o difundiendo la crisis en redes sociales. La presión social es hoy la única herramienta que impide que el silencio se convierta en negligencia.

¿Cuándo se espera una respuesta del gobierno?

Hasta el 30 de noviembre de 2025, no había respuesta oficial. El plazo para actuar es crítico: la emergencia sanitaria debe declararse antes de que se registren casos humanos. Si no hay una decisión en los próximos 72 horas, se podría estar ante una crisis de salud pública mayor. Guzmán ha advertido que no descartará presentar una moción de censura si las instituciones siguen ignorando la alerta.

Sobre el autor
Raquel Marlhboro
Raquel Marlhboro

Soy periodista especializada en noticias con una pasión por escribir sobre los acontecimientos diarios en Chile. Me motiva mantener a mis lectores informados y conectados con la actualidad. Trabajo para un periódico nacional y disfruto explorando diferentes puntos de vista sobre los temas del día.